Da pasitos ligeros por las tinieblas de su abismo interno, abriéndose paso entre las gasas que nublan los bordes entre la realidad y el sueño. La luz de luna se ondula entre ellas a intervalos, en la oscuridad de la noche. Camina con suavidad, casi bailando entre los velos flotantes, murmurando melodías sin palabras, con los ojos cerrados al mundo, sólo ella y su gracilidad, sólo ella y su facilidad para volar. Sólo ella y todo encajando en su mundo, con el recuerdo de la luz melosa de los vestigios de la tarde, y las hojas de los árboles sonrojándose para caer rendidas. Y el fluir lento de un río montaña abajo horada en cada grumosidad de su cerebro, dejando a su paso un rumor de agua, sol y hojas caídas.
Canciones: blog de pensamientos, lírica, fragmentos, hecho ad futuram rei memoriam por Ana Moreno Ayala
jueves, 8 de octubre de 2015
La Noche Otoñal
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