sábado, 11 de julio de 2015

Lirismo noctámbulo

Soy una estatua de piedra que mira hierática al vacío.
Soy una escultura de roca sin ojos,
que dirige sus cuencas vacías al horizonte
negro y remoto.
Alza una mano frágil al viento,
que pasa entre los dedos aullando
tristeza, dolor y misterio.
El viento me llama, pero soy un pedazo de roca inmóvil,
tallada con el cincel de mis autores.
El viento aúlla entre mis dedos,
alargados hacia el horizonte brumoso.

---

No me envidies, feliz inconsciente... El Barroco pervive en mi cabeza, hermoso en su complejidad, terrible en sus laberintos. Es un arma de doble filo, y a cada estocada que doy mi sangre se derrama, formando flores en el suelo desparramadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario