Grito.
Y el eco me ignora.
Escucho.
En oscuridades sin aire.
Veo.
Sangre y tinieblas
de un poema impotente.
El mar, creciente,
se espumaraja en olas
que se llevan los altos edificios,
en un cúmulo de ladrillos y gente,
a fuerza de miedo y corrientes.
Estoy encerrada en mi mente.
Un búnker oscuro,
oigo los ruidos amortiguados
del caos exterior.
Oigo los gritos desgarrados,
las súplicas, las olas,
y el silencio.
Estoy encerrada en mi mente.
Que alguien me saque de aquí.
No suelo leer poesía pero acabo de leer las tuyas y me han impactado por la fuerza que transmiten.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te gusten y te transmitan algo ^^ Gracias por comentar!
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