Miro a través de las pestañas rojas de mis ojos verdes del sueño;
y todo es verde y azul.
Y acaricio la figura de mi lado, enredando sus cabellos en mi mano.
Sorpresa, mujer verde y azul. No es más que un espejo.
La miro, me miro. Mar, bosque, selva, turquesa, esmeralda.
Dejo de mirar entre pestañas rojas de ojos verdes del sueño;
y todo es negro terciopelo.
Clic. La Verdad, al igual que la luz, daña los ojos de la razón.
Calor; me acurruco y vago entre sueño y realidad,
y la Luz se tumba a mi lado y, titilante, duerme.
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